Al-Andalus y la ciencia. Un viaje al pasado científico

Desde abril de 2004 a noviembre 2008

Edificio Péndulo de Foucault. Parque de las Ciencias Granada. Granada 

Desde 2008 EXPOSICIÓN PERMANENTE en el

Pabellón de al-Andalus y la Ciencia. Parque de las Ciencias. Granada

Nº de piezas expuestas: 82

A través de un novedoso planteamiento expositivo la exposición Al-Andalus y la Ciencia. Un viaje al pasado científico pone de manifiesto los conocimientos científicos que nos dejaron los sabios andalusíes entre los siglos VIII y XV mostrando el nivel científico alcanzado en ciertas disciplinas como la Astronomía, las Matemáticas, la Medicina, la Botánica, la Farmacología, la Agronomía o la Navegación. Fieles réplicas, mapas, paneles, fotografías y elementos interactivos, el visitante podía acercarse a la originalidad de la ciencia en al-Andalus, su influencia y su legado como fuente de transmisión a Europa y a todo el mundo.

Muchos de estos saberes fueron un claro testimonio de la colaboración científica entre distintas comunidades, sociedades y religiones que estuvieron influidas por un mismo objetivo: el deseo de saber y aplicar estos conocimientos en beneficio de la humanidad.
La ciencia árabe se caracterizó en un primer momento por su capacidad integradora de los saberes helenísticos, siríacos, sánscritos y persas, entre otros. Pero los científicos árabes no sólo fusionaron y transmitieron la ciencia de la antigüedad, sino que también la desarrollaron.
Con la formación de al-Andalus, el nombre que dieron los árabes en la Península Ibérica a la zona que permanecía bajo su control, llegaron los conocimientos científicos procedentes de Oriente y desde aquí hacia el resto de las tierras europeas. Por esta razón, al-Andalus estuvo a la cabeza de la ciencia y el pensamiento medieval y los saberes clásicos se reintrodujeron en Occidente a través de las traducciones del árabe.
Científicos andalusíes como el cirujano cordobés al-Zahrawi, más conocido como Abucasis, el astrónomo toledano Azarquiel, el geógrafo Ceuta al-Idrisi, o el agrónomo almeriense Ibn Luyyun, fueron algunas de las figuras destacadas de la ciencia andalusí.

Con el discurso expositivo en castellano, inglés y árabe, la visita comenzaba con una introducción a al-Andalus y a sus diferentes etapas históricas, proseguía con la maqueta de la Granada nazarí en el siglo XV (realizada bajo la supervisión científica de la Escuela de Estudios Árabes (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC) que mostraba los espacios más relevantes de la ciudad. En este mismo lugar, y a través de distintos apartados, nos adentrábamos en el fascinante mundo de la ciencia en al-Andalus.
El módulo sobre Ciencias exactas: Matemáticas y Astronomía acercaba al visitante al mundo matemático andalusí que destacó por el cálculo y la geometría. La Astronomía también se desarrolló ampliamente pues era necesaria para diferentes usos cotidianos.
El apartado Medicina, Farmacología y Botánica ilustraba sobre las investigaciones médicas destacando algunas disciplinas como la oftalmología. En aquella época el campo de la Medicina no estaba parcelado y el médico solía ser, además de clínico, lo que hoy día salvando las distancias, llamaríamos farmacólogo y botánico.
El módulo Agua y agricultura se centraba en el desarrollo de los diferentes sistemas hidráulicos en época andalusí como norias, qanats, acequias, minas, aljibes… y la evolución en las tecnologías hidráulicas. De forma paralela, se introdujeron nuevos cultivos -antes desconocidos en Occidente- como la caña de azúcar, algodón, arroz asiático, cítricos, plátanos, palmera datilera y algunas hortalizas y verduras.
El módulo Geografía: Navegación y Cartografía abordaba la extensión de los territorios musulmanes y las aportaciones al desarrollo náutico.
Los contenidos de la segunda parte se articulaban en torno a la Columna de la Sabiduría: las diferentes aportaciones técnicas: los trabajos de metal, la introducción del papel en Occidente, textiles, tecnología militar, cerámica, vidrio y música, destacando algunos instrumentos musicales introducidos en Europa por los musulmanes como el laúd, el salterio o el rabel.
La sala se completaba con diferentes elementos interactivos como el ingenio hidráulico ideado por al-Yazari, el uso del Astrolabio o la importancia de las formas geométricas en un módulo que te invitaba a descubrir qué encerraban los mosaicos de la Alhambra. La visita terminaba con el módulo de los aromas de al-Andalus. A través del sentido del olfato el visitante identificaba plantas aromáticas y conocía sus diferentes aplicaciones médicas, farmacológicas y estéticas

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